lunes, 13 de abril de 2009

Crítica: Amanecer, Stephenie Meyer

abril 13, 2009 1 Comments
El libro que cierra la saga de Stephenie Meyer es, sin duda alguna, el más destacable de los cuatro. Si ya con Crepúsculo nos dejo con ganas de saber más sobre las aventuras de Bella y Edward, Amanecer cierra de forma sublime la archifamosa saga.

Sus dos libros precedentes (Luna Nueva y Eclipse) dejaron mucho que desear, y al menos en mi fuero interno, me dejaron con mal de sabor de boca. Pero mereció la pena leerlos para luego llegar al último y recuperar la ilusión por la saga.

Meyer sube el nivel en este libro, tanto en la historia como en su escritura; la historia adquiere otros tintes, dramáticos en muchas ocasiones y con toques de humor que hacen que la tensión se baje durante unos instantes. El ritmo cambia en comparación con el resto de libros y estos cambios hacen que la lectura sea más amena y los cambios de perspectiva facilitan el ver la historia desde otros puntos de vista, cosa que es indispensable para entenderla. La escritura ha subido un peldaño con respecto al resto de libros; el vocabulario es mucho más rico y las descripciones ganan en detalles.

Los personajes adquieren nuevo cuerpo y maduran de una forma asombrosa, lo que facilita que el lector se sienta identificado en muchas ocasiones con alguno de los personajes, haciendo que la lectura sea más apasionada. Terminamos de conocer a los personajes y lo que puede ser su futuro más inmediato.

En definitiva, Amanecer cierra de manera sublime la saga que cojeaba en muchos momentos por la escasez de flujo en la historia, pesadez y aburrimiento. De manera personal digo que, tal vez Meyer se vio obligada a meter paja en el resto de la historia, por eso de que a las editoriales les llama más el dinero que la felicidad del lector, y que los momentos importantes de Luna Nueva y Eclipse podrían haberse resumido en un solo libro o en dos mas cortos... es mi opinion personal, pero vamos, que Amanecer esta muy bien y me alegro de habermelo leido, ahora veo la saga desde otra perspectiva y espero con más ilusión el futuro de los libros en el cine y demás.

Nota de la Saga Crepúsculo: 6
Nota de Amanecer: 8

jueves, 9 de abril de 2009

3. No entiendo lo que soy

abril 09, 2009 2 Comments
Erik no hacía más que dar vueltas y vueltas a la habitación, únicamente se paraba para mirar ansioso el reloj de su muñeca, contando los minutos que tardaba su padre en llegar. Necesitaba hablar con él. La conversación con Eva le dejó mal, ansioso, nervioso, desquiciado. Ella tenía explicaciones, ¿por qué él no? Él tenía derecho. Es el primogénito. Volvió a mirar el reloj, en ese momento la puerta se abrió. Jack, por fin se había dignado a aparecer.
- Jack, por fin.- dijo con pesadez.
- ¿Algún día llegarás a llamarme papa, como cuando eras pequeño?- dijo Jack con una media sonrisa mientras cerraba la puerta.
- Jack, no estoy para bromas.- Erik no podía parar quieto.
- Uh, ¿qué te pasa Erik?- Jack se sentó en la cama y cruzo las manos- ¿algún problema de índole femenino?- le guiñó un ojo.
- No.- dijo cortante Erik. Esto hizo que Jack se diera cuenta de que la cosa no era de broma, asique se puso serio.
- Esta bien, veo que esto es serio. Cuentame.
- Jack. Eva tiene respuestas, yo tambien las quiero.- Jack enarcó una ceja- ¿qué soy? ¿por qué siento un fuego que me arde por dentro? Algo dentro de mi desea salir y no sabe como.- Jack se quedo con la boca abierta, esa sensación le era muy familiar.
- Erik. Es muy posible que no creas lo que te voy a decir…
- Seguro que si.
- Vale… pues verás, tanto Christian, como Victoria como yo, no somos “normales”, quiero decir, que somos como todos pero a la vez no. Tu y yo compartimos algo, un alma. Erik. Tu y yo llevamos un dragón dentro.
Erik se quedó boquiabierto. Esperaba algo subrrealista pero no tanto, la verdad. En sí la idea era genial, soy un dragón, pero…
- Pero ¿dónde tengo las alas? ¿las zarpas? ¿puedo escupir fuego?- Erik se emocionaba por momentos.
- Tranquilo, no todo es tan fácil. La cuestión es que, hay mas historia. Veras, durante un tiempo yo me podia transformar en dragón- Erik se quedó paralizado- y podía volar, y echar fuego, es más, aún puedo hacerlo, lo se, porque siento dentro de mí lo que tú sientes. Pero claro, aquí viene el problema, se necesitan ciertos factores para llevar a cabo esta transformación, y aquí, en la Tierra es dificil, por no decir imposible hacerlo.
- ¿En la Tierra?
- Así es. Hay, otro mundo, llamado Idhún donde si puedes ser como de verdad eres en tu interior. Nosotros tres hemos estado allí y cada uno adopta su forma sin problemas…
- Espera, ¡me estas diciendo que ellos tambien cambian!
- Si, pero eso deberám contártelo ellos.
- Y, ¿no podemos ir a Idhún?
- Es dificil. No se si es posible volver allí…- añadió Jack triste.
- Creo que… -decidió pararse antes de seguir- creo que tengo que pensar.
- Lo entiendo hijo. Si me necesitas ya sabes donde estoy.

Cuando Jack salió de la habitación, Erik se estiró en la cama y empezó a darle vueltas a todo. Y a pensar en Eva. Tenía que hablar con ella, es la única persona que podía entenderle en estos momentos. ¿Desde cuando lo sabe ella? ¿Cuánto tiempo lo lleva sufriendo sola?. Ahora entendia que fuera tan reservada. Mañana mismo hablaría con ella, aún tenía muchas preguntas que no se había atrevido a formular a su padre, como ese odio y asco que sentía a veces por Eva. Pero eso sería mañana… ahora tenía mucho sueño y la cabeza llena de cosas.

lunes, 6 de abril de 2009

2. Dudas y secretos

abril 06, 2009 3 Comments
- ¿Cómo sabes mi nombre?- le preguntó desafiante Shizuko.
Eva esbozó una fría sonrisa, como las de su padre, y respondió.
- Cuando hablo con mi padre telepáticamente, a veces, veo cosas que no debería… y tu eres una de ellas. Kirtash aún recuerda las conversaciones que manteniais y el nivel de confianza y complicidad que alcanzásteis. Aunque no lo creas, él te aprecia.
Estas palabras dejaron a Shizuko algo confusa, e hicieron que se apartara de la muchacha; su parecido con Kirtash era tremendo. Su sonrisa, su forma de ser… en ella le veia a él.
- Esta bien.- contestó Shizuko- Te creo. Veo, por como me has detectado, que tus poderes Shek ya se estan desarrollando en ti. Quizás… deberias hablar antes con tu padre. Creo que no sabemos porque te he estado buscando…- comenzó a darse la vuelta para marcharse.
- Si lo se.- Shizuko se quedo quieta- claro que lo se. ¿Acaso piensas que no he notado que soy diferente al resto? Tanto Erik como yo, somos distintos. Los cambios metereológicos nos afectan mucho, y detectamos como es la gente nada más verla… lo cual nos hace estar demasiado solos a veces. He visto poco en la mente de mi padre, es receloso de esos recuerdos, pero no me puede ocultar todo… se que es Idhún- Shizuko abrió mucho los ojos- y quiero volver alli.
- Eso es dificil, casi imposible. Deberias saberlo. Las cosas allí se pusieron muy dificiles para nosotros, y tuvimos que emigrar a un nuevo mundo. Un mundo donde podríamos ser felices y vivir en paz. Desde la caída de Ashran todo se complicó, y solo queriamos dejar la guerra, dejar el odio… pero eso casi nadie lo entendió. Por desgracia, no todos pudimos irnos de aquí… este cuerpo es insoportable…
- Me lo puedo imaginar. Creo que… creo que, si contaramos con la colaboración de Erik… podriamos volver a Idhún.
- ¿Qué dices? ¡Erik es medio dragón!
- No seas cínica. Acabas de decir que queriais dejar el odio. Si de verdad quieres volver y que todo sea más o menos como antes, deberás cambiar tu forma de ser.
- Eso es dificil.
- Pues hasta entonces, no me molestes más. Intentaré hablar con Erik.
Eva se marchó, con su monopatín a casa. Durante el camino estuvo pensando como hablar con Erik, “ese dragón…es como su padre. Será dificil contar él y hacerselo entender, pero lo intentare… odio este mundo”.

Para variar, cuando Eva llegó a su casa, se encontró a Erik en el porche, leyendo un libro a oscuras.
- ¿Estas presumiendo de visión nocturna para ligar, Erik?- bromeo Eva. Esto le pilló desprevenido a Erik, que lo último que esperaba era una broma de su hermanastra.
- Ehm… ¿no? Nunca he pensado en ello jajaja- Eva esbozó una media sonrisa y se sentó al lado de Erik.
- Estas inquieta- dijo él, comprensivo- yo también… es una de las razones por las que estaba esperando. Eres la única que puede entenderme.
- Lo se. ¿Qué notas?
- Siento como que algo arde en mi interior… algo que desea salir… pero no se exactamente como enfocarlo. ¿Crees que deberia hablar con mi padre?
- Si. Sin ninguna duda el sabe mejor que nadie como te sientes. Erik- Eva le miró fijamente- cuando hables con tu padre, necesito que me lo cuentes, yo tambien he de decirte algo, pero solo cuando sepas tu parte. Creo que podemos hacer algo juntos por una vez en la vida.- Erik sonrió.- Descansa, mañana nos vemos.

Descansar… eso era fácil de decir, pero Eva estaba demasiado inquieta como para dormir plácidamente. Asique miró el reloj, y pensó que tal vez su padre estaría despierto.
“Vive en Nueva York, allí aún es de día.”
Asique intentó la comunicación telepática… funcionó al instante.
- Sabía que hoy hablarias conmigo, Eva.
- …
- Eva. Se lo que está pasando. Shizuko se ha puesto en contacto conmigo. Lo que quieres hacer es una locura.
- No lo es. Todos estamos cansados de vivir en este mundo, corrompido, contaminado, donde la naturaleza esta siendo destruida sin corazón, donde ya nada vale la pena y solo importa el dinero y lo material. Quiero volver a Idhún.
- Hija, te entiendo pero…
- En el momento en el que Erik sepa su secreto empezare a explicarle el plan. Padre, se que quieres volver, lo se, y a Jack se lo noto en la mirada dia a dia. Madre no dice nada para no hacerle daño, pero ella tambien desea volver y consagrar nuevos magos. No tiene porque salir mal. Con un poco de suerte, y por lo que se de Idhún, han pasado varias generaciones y quizás el odio haya disminuido.
- Me entiendes mejor que nadie, me temo… yo tambien deseo volver a Idhún, pero antes de hacer ningún movimiento, dejame que hable con cierta gente… tú ocupate de casa, Erik te necesitara en breves…
- Padre, ¿algo más? Te noto dubitativo.
- Cuidate y… dile a Victoria que la quiero.
- Si padre, lo hare.
Y la comunicación se cortó.